Romanticismo.
Esta
temporada combina dos polos opuestos, integrándolos en una imagen final con
armonía y fluidez, sin impactos, ni violencia. Se inspira en los iconos de los
héroes pasados, en un ideal de fuerza física, moral y espiritual. En las
heroínas místicas, las guerreras, las atletas, las hechiceras, las ménades.
Es
una temporada para establecer vínculos y medios que acerquen los polos opuestos
integrándolos. Se trata de unificar lo que creíamos que era diferente y hasta
ahora no habíamos relacionado. La moda esta temporada representa una verdadera
voluntad de colaborar, cooperar, convivir, comunicar, coexistir, integrar y
combinar.
Inspiraciones
que proceden del pasado, un pasado que se aproxima al futuro, o un futurismo
imbuido de pasado. No es vintage, es histórico, antropológico. El romanticismo
se une al racionalismo; el misticismo al realismo; el surrealismo al
hiperrealismo. La feminidad dialoga con la masculinidad. De pronto, la dureza
se vuelve frágil. Lo rígido tiende hacia la fluidez; lo transparente hacia lo compacto;
lo sedoso hacia lo acolchado. Lo gigante se reduce y lo muy pequeño aumenta.
Los tejidos
lisos presentan fantasías discretas. Las telas con estampado de animales se
dejan agujerear, los inmateriales se vuelven acolchados. Los terciopelos
representan la entrada triunfal de un invierno de epopeyas textiles; un
invierno de cantares de gesta.
Colores
Los
matices tendrán tintes claroscuros, debido a la mezcla de varios tipos de
tejidos en una misma prenda. Una oscuridad que expresa cierta melancolía, rigor
e inspiración histórica.
Los
colores provocan una gran variedad de sensaciones diferentes, especialmente en
los fondos y los efectos, donde se presentan con brillos plásticos, satinados,
metálicos o con efecto barnizado. La
materialización del color, es esencial en esta temporada menos jovial. La impronta
de ligereza evoluciona hacia la densidad de los colores profundos y la
coloración de los neutros. Los
pasteles se mezclan con los neutros y generan un efecto de luz que imita las
pinturas barrocas. El
rojo rubí da un toque de dramatismo a la gama de tonos oscuros, el azul Klein,
el azul eléctrico, un toque de racionalismo a la gama naturalista. Los
metales puros, como el oro y el acero, son claros y especialmente nítidos. El
negro aporta voluptuosidad indispensable. Los
colores lisos se suavizan con volúmenes y tactos de ensueño. El
terciopelo influye en el tacto y aparece en todo tipo de materiales: sedas,
lana, algodón.
El
volumen cobra mucha importancia esta temporada. El fieltro es compacto y ligero
al mismo tiempo. El efecto de las ondas está siempre presente, en tejidos de
lana, mallas… La malla recuerda a las armaduras: Efectos trenzados, piqué,
estrías voluminosas, cuadriculados… La
fluidez es circular, generosa. Crepés dobles con uniones delicadas. Tejidos
dobles maravillosamente híbridos. Las transparencias juguetean con los
estampados con objeto de vincular el espíritu femenino al masculino.
Los
tejidos, casi inmateriales, se prefieren acolchados, sintéticos, para que
exhiban un glamour único inspirado en la seda. Las técnicas aportan una solidez
especialmente rígida, o una ligereza imprecisa. La
calidad de los brillos es rica y variada esta. Metálicos, siderales, con destellos,
hilos largos de gama tribal, mates, brillantes, con efecto barnizado,
satinados, y algunos realmente plastificados, celofán…
El
punto Jacquard se vuelve mágico, deja de lado la uniformidad y se revela misterioso.
Lo vemos en algodón, lana y seda, para la ciudad o en la ropa de sport. Se
presenta en mate o brillante, o ambos al mismo tiempo. Los
diseños de inspiración en lana masculina se vuelven más visibles y decorativos.
Diseños con nuevos estampados, más allá de los clásicos. Los efectos
degradados, que acaban con la repetición y la homogeneidad, están muy de moda.
En los
estampados, las mezclas técnicas, digitales, vectoriales, románticas,
racionales, crean un nuevo lenguaje realmente artístico y antidogmático. Los
estampados se adaptan a una gran variedad de fondos para ayudar a crear el
efecto. La fotografía ejerce una gran influencia en los estampados.
Luces dramáticas y belleza
mística de las sombras azuladas y violáceas, púrpuras religiosos, rojizos
intensos y verdes que varían en calidades y degradados sutiles. Densidad,
profundidad y carácter enigmático. Un barroco minimalista y básico. Asociaciones
de colores casi negros en fantasías apocalípticas que aparecen y desaparecen.
Una
gama que nos inspira la aventura y la voluntad de huir hacia un horizonte de
paisajes degradados. Colores piedra, beige especialmente amarillo, caquis
claros, verde musgo, azules claros y marrones tornasolados. Con una línea de
sport clara, pero algo desgastada, mate o brillante. Una gama que nos evoca a las amazonas, a Juana de Arco y a las
mujeres valientes y activas con decisión propia, guerreras en busca de un nuevo
equilibrio de tranquilidad estable.
Lírica
Los
colores oscuros son densos y fuertes, llenos de emociones y personalidad. Rojo
absorbente, marrón claro, azul cobalto, ocre, púrpura, color frambuesa y
magenta.
Homenaje a los héroes con actitudes y acciones
realizadas por amor. Pasteles delicados tamizados por la luz. Tonalidades
suaves, idealizadas, verdes con tonos amarillos, amarillos suaves, violetas
sutiles, malvas, colores neutros con tonos grisáceos, verdes o amarillos, y un
rosado encarnado que revoluciona la gama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario